Estudio liderado por Karen Gheza analizó cómo Discord se convirtió en una herramienta de participación política en el primer proceso constituyente

En los tiempos del primer proceso constituyente, de 2021 y 2022, un grupo de ciudadanos comenzó a coincidir en el chat de YouTube de las transmisiones de las sesiones de la Convención Constituyente. Al poco tiempo, algunos de ellos decidieron migrar a Discord, una plataforma originalmente diseñada para gamers, bajo la consigna “La Constitución se Defiende”. Esta adopción espontánea es el punto de partida de la investigación liderada por la académica de la Escuela de Publicidad de la Universidad Diego Portales Karen Gheza, y que contó con la participación de los académicos Marcelo Santos (Escuela de Periodismo UDP) y Sebastián Rivera (Escuela de Gobierno y Administración Pública U. Mayor).

El trabajo, que lleva por nombre “Migrating a Flock of Outsiders: Platform Affordances and Political Goals in the Chilean Constitutional Reform”, fue publicado recientemente en la prestigiosa revista Political Communication. “La migración de YouTube a Discord nos llevó a cuestionarnos ¿Cuáles fueron las motivaciones y expectativas que llevaron al grupo a adoptar Discord? y ¿Cómo estas motivaciones influyeron en la forma en que se utilizaron las funcionalidades de la plataforma y con qué resultados?”, explica Gheza.

A través de una estrategia metodológica cualitativa que incluyó netnografía (metodología de investigación cualitativa que utiliza técnicas etnográficas para estudiar culturas y comunidades en línea, como foros, redes sociales y blogs), focus groups y entrevistas, la investigación exploró las motivaciones, estrategias y el modo en que este grupo de personas —caracterizado por estar desconectado de la política institucional—, aprovechó las funcionalidades de Discord con fines políticos.

“Identificamos cuatro posibilidades de acción—coordinación, cooperativismo, moderación y personalización— que explican cómo esta comunidad logró construir un entorno colaborativo, seguro e informado. Nuestro estudio aporta evidencia sobre cómo plataformas digitales pueden facilitar la participación política sustantiva de actores políticamente desafectados, y plantea interrogantes sobre el potencial transformador de diseñar espacios digitales orientados específicamente a la deliberación democrática”, sostiene la académica de Publicidad UDP.

Según consigna el estudio en uno de sus hallazgos más relevantes, los integrantes del grupo sintieron, por primera vez, que eran escuchados por sus representantes políticos. Incluso en la entrega de la Nueva Constitución a Gabriel Boric, la ex presidenta de la Convención Constitucional María Elisa Quinteros hizo mención a la “Bandada de Youtube”.

“La interacción directa con algunos convencionales, especialmente independientes, a través del chat de YouTube, fue clave para que muchos decidieran involucrarse más activamente en el proceso. Asimismo, Discord les ofreció algo que otras plataformas, especialmente las principales, no ofrecen: canales temáticos, control de acceso, roles administrativos, bots de organización y privacidad. Estas funcionalidades les permitieron compartir información, desmentir noticias falsas, organizar campañas, crear documentos colaborativos e informarse y debatir en un ambiente de respeto”, asegura Gheza.

Aunque políticamente el grupo perdió (porque apoyaron la opción Apruebo), el estudio concluyó que la experiencia de la Bandada dejó una huella en quienes participaron, pues fortaleció su sentido de comunidad, su eficacia política interna y su capacidad crítica.

“Observamos que la acción colectiva en entornos digitales se despliega estratégicamente en la intersección entre espacios públicos y privados. En el caso de la Bandada, la articulación entre la publicidad de YouTube y la privacidad de Discord le permitió a la comunidad navegar entre visibilidad externa y cohesión interna, adaptando su identidad colectiva según el contexto: como bancada en el espacio público (más unificada, estratégica) y como bandada en el espacio privado (más plural, diversa y horizontal). Esta conexión configuró un campo de acción colectiva, donde las dinámicas de cada entorno digital se retroalimentaron”, reflexiona Karen Gheza.

El trabajo, asimismo, termina por plantear la interrogante ¿cuántos más habrían participado activamente si existieran plataformas digitales diseñadas específicamente para la deliberación política?