Entrevista a Rafael Gumucio sobre su libro “El vértigo del eros”

COMPARTIR

Rafael Gumucio - El Mercurio

14 / 07 / 2025

“Matta siempre fingía ser un ignorante. Siempre al contar su vida transformaba todo en acto de ingenio y magia. El carácter del mago es el que más le venía”.

“Para entender lo que le pasó a Matta con Nueva York tenía que entender lo que me pasó a mí con Nueva York. Siempre cuando hago biografías quiero ver lo que al biografiador le pasó; solo lo puedo comparar desde mí”.

“Con Chile tuvo una relación extraña. Su familia estaba emparentada con toda la aristocracia, pero al mismo tiempo su abuelo vivió casi toda su vida afuera, igual que sus tíos y sus hermanos. No fue el único ni el primero en irse. Él volvió muy poco, pero al final le pasó esa cosa tan rara que le pasó a mucha gente: había apostado por la revolución latinoamericana, por Cuba y Vietnam, y de repente Chile se transforma en uno de los líderes de la revolución mundial. Luego, sus actos de generosidad con el exilio chileno son múltiples; hay muchos testimonios de exiliados que dicen que les regaló dibujos o sus “matta cheques”, pero sus amistades chilenas, los chilenos a los que él frecuentaba, eran muy pocos”.

“Está empezando a resucitar la figura, ahora hay una nueva exposición en el Museo de Bellas Artes. Matta como figura para coleccionistas recubrió a este otro Matta más filoso, y se volvió en una figura patrimonial. Pareciera que es el cuadro que está en La Moneda o en la casa de los coleccionistas. Nos ha costado apropiarnos de esa figura más compleja”.